Parece que no queremos aprender la gran lección sobre la importancia de la compatibilidad ideológica política de un binomio presidencial.
En Ecuador, un país con sistema republicano, cada 4 años se elige un presidente junto con un vicepresidente, quienes en unidad administrarán el patrimonio de 18 millones de ciudadanos.
Esta figura ejecutiva cumple un rol fundamental: velar porque nuestro país avance hacia mejores días en los aspectos económico, educativo, productivo y familiar.
Sin embargo, tal como el artículo 149 de nuestra Constitución lo especifica, quien ejerza la vicepresidencia de la República, cumplirá las funciones que el presidente le asigne, ni más, ni menos. Pero de todo esto, el rol más importante que debe cumplir es asumir la presidencia cuando el Primer Mandatario electo no pueda seguir ejerciendo el cargo.
Este papel de “suplente” muchas veces es considerado innecesario, incluso hoy en día se está considerando eliminarlo de la Carta Magna, y dejar el cargo único de presidente dentro del Poder Ejecutivo.
Aunque esto sea un simple anhelo de algunos, hay que analizar cuáles son las causas que han llevado a sentir un agridulce rechazo hacia el compañero de fórmula de quien pretende tomar las riendas del país. Por eso quiero establecer estos criterios que nos permitirán comprender y valorar más la compatibilidad de un binomio, y detectarla en los candidatos desde el día en que son anunciados.
PUNTOS NO NEGOCIABLES: la primera conversación que debe tener un binomio antes de presentarse públicamente pareciera intrínseca en estos escenarios, pero nuestra situación política actual, nos llama a examinar mucho más detalladamente el perfil de los candidatos como binomio, tanto su dinámica como su discurso unificado frente y detrás de cámaras.
En esa primera conversación se traza la hoja de ruta que ambos implementarán de forma complementaria, y reconocer que en caso de que algo impida al presidente continuar ejerciendo su cargo, el segundo al mando tome las riendas y continúe esa hoja de ruta sin contradecir nada de lo acordado. Claro, todo esto con el espíritu cívico de continuar velando por el bienestar integral del país.
Es la conversación más importante de todas, donde se identifican aquellos temas transversales que deben prevalecer en acuerdo cada día de su gestión como presidente y vicepresidente. Temas como valores familiares, posturas y plan de respuesta frente a problemáticas como aborto, eutanasia, ideología económica, crisis migratoria, educación, salud, y aquellos temas que realmente se necesita que ambos estén en la misma página.
De nada sirve un vicepresidente a favor de la vida, si el presidente favorece el aborto y no permitirá que se implementen políticas públicas en defensa de los ecuatorianos por nacer y de una educación sin ideología de género. ¿Cuán relevante es esto? ¡Muchísimo! Pues es en la niñez y adolescencia donde se están manipulando más hacia ideas equívocas sobre falsos valores y manipulados jóvenes electores.
PUNTOS NEGOCIABLES: aquellos temas que no se ven afectados desde diferentes criterios trascendentales, mientras se cumpla el plan de trabajo acordado.
Esto puede ser temas sobre turismo, soberanía alimentaria, seguridad nacional, relaciones internacionales, etc.
Es inconcebible que el presidente seleccione alguien con un perfil tan ajeno e incompatible al suyo, sabiendo todo lo que podría pasar en caso de que su binomio asuma el poder. Todos los retrocesos que podrían darse en su reemplazo. Eso es un costo político que no se puede asumir.
Pero ahora que se vienen nuevas elecciones en febrero 2025, debemos analizar esa “química política” de cada binomio, ver sus posturas, especialmente conocer sus criterios en los Puntos No Negociables. Esto nos dará una mejor idea del tipo de mandato que tendremos, y detectar anticipadamente las problemáticas que podrían generarse para que no nos agarren sorprendidos más adelante.
Un binomio presidencial es muy similar a un matrimonio, una unión que no debe coincidir en absolutamente todo, pero por el bienestar del hogar (país) que van a administrar, deben con seguridad coincidir totalmente en los puntos no negociales que les permitirá brindar lo mejor de sí, para el bien común.
Martha Cecilia Villafuerte
Directora Nacional