Un autoanálisis para cualquier Provida
Cuando el derecho se tergiversa y manipula para eliminar una vida humana inocente, no hay ninguna dignidad que pueda justificar ese actuar.
Vivimos en un Estado Laico más creyente que nunca, después de 2 años de virtualidad, pudimos volver a tener una Semana Santa que sacó a millones de fieles a las calles, cada uno de los laicos estuvieron manifestando su fe en las procesiones presenciales. Tengamos presente que tenemos una Constitución que protege y garantiza nuestro derecho a practicar, conservar y profesar en público o en privado nuestra religión o creencia, a difundirla individual o colectivamente (ART. 66 inciso 8). Esta, es la definición correcta de un Estado Laico en Ecuador, recuérdalo siempre y cada vez que alguien te diga “Guarden su religión porque somos un #EstadoLaico”.
Pero ahora tenemos la primera ley abortista en Ecuador, y nos duele, nos indigna, aún más nos decepciona que no fuimos lo suficientemente firmes para tener nuestras convicciones bien puestas y rechazar todo intento escabullido de imponer esta agenda antinatalista. Porque a veces no basta con saber la verdad, a veces no basta con ser leal, a veces no basta con ser firmes… Hemos visto que el silencio disfrazado de prudencia se transforma es una políticamente correcta tibieza y, queramos o no, nos volvemos cómplices.
Lo que recientemente sucedió en Estados Unidos es el perfecto ejemplo de lo que significa tener una ley como la de ahora en nuestro país. Un grupo de activistas rescataron 1 caja de un camión de transporte de desechos médicos (desechos, ¿es justa esta palabra para los restos humanos de un bebé abortado?) la cual contenía 115 bebés abortados, de los cuales 5 eran bebés de aproximadamente 9 meses de gestación, completamente formados, y así mismo completamente torturados durante este inhumano proceso. Pero lo que también debe ser de mucha atención para nuestro país, son los 110 bebés restantes, CIENTO DIEZ BEBÉS DE 12 SEMANAS DE GESTACIÓN, mismas semanas que se contempla en la nueva ley de aborto en casos de violación en Ecuador.
Mi cabeza rebosa de preguntas frente a esta ley resultante y quienes la impulsaron, apoyaron, redactaron y avalaron. ¿Cómo el aborto hace justicia contra el violador? ¿Sabrán ellos cómo luce un bebé de 12 semanas de gestación? ¿Sabrán ellos cómo es un proceso de aborto de un bebé de 12 semanas de gestación?, y si lo saben ¿No les dolerá ni un poquito su corazón?
Las fotos que se muestran a continuación son de algunos de los 110 bebés que en EE.UU. se evidenciaron en el caso de #JusticiaParaLosCinco y nos permiten observar claramente lo que ésta nueva ley abortista permitirá en nuestro país – Estas imágenes, hablan por sí solas:
MIRA EL VIDEO COMPLETO:
No sé realmente si queremos escuchar las respuestas a las preguntas anteriormente expuestas, porque con seguridad serán todas justificando esta nueva ley. Lo único que sí debemos y queremos saber, es que tenemos una misión importante contra la sentencia de una Corte INconstitucional que necesita toda nuestra articulada fuerza para ser exterminada (por decirlo menos) y con ello rechazar al fracaso evidenciado por los 3 poderes del Estado: una Corte ideologizada, una Asamblea activista y una Presidencia tibia en respeto y defensa de la Vida desde la Concepción, sin plazo de gestación.
La política es el escenario predilecto para el activismo abortista, pues el juego sucio de inventarse derechos, persuadir a legisladores para que promulguen leyes que van en contra de nuestra Constitución, filtrar activistas en cargos públicos para garantizar que su oscura agenda se cumpla, utilizar entidades gubernamentales como una Secretaría de Derechos Humanos (la cual le da la espalda al derecho humano principal) son todas llevadas a cabo dentro de la arena política; por lo tanto, nuestro llamado de meternos más en la política es inminente y de inmediata ejecución. De todas las maneras posibles, debemos dar ese salto al otro lado del puente y depurar los espacios públicos, recuperar la ética pública, promover la cultura de la Vida desde el servicio público.
Cabe plantear también otra pregunta, Si la misma directora regional de Planned Parenthood, Heather Sayette, menciona en el Resumen Ejecutivo 2021 sobre la sentencia de la Corte Inconstitucional, que han compartido recursos financieros con organizaciones ecuatorianas para el alcance de la sentencia de la CC, al permitir que se emita esta ley, ¿se está indirectamente colaborando con ese trabajo pagado por nada más y nada menos que la multinacional abortista más peligrosa del mundo?
Hemos tenido la prueba más dura en estos últimos meses, así lo veo yo, como una prueba, no para demostrar quién puede hacer más o menos bulla que quién, sino para medir nuestra propia fortaleza espiritual y resistir ante esta magna tempestad que nos aturde y envuelve, nos engaña y nos traiciona. Nos dice que “un mal menor” puede permitir blanquear nuestras conciencias y agregar la siguiente pregunta en nuestro fundamental principio: Debemos proteger la vida desde la concepción, ¿excepto en los casos de violación? o agregar una línea debajo del 5to mandamiento NO MATARÁS… ¿“excepto en casos de violación”?
Necesitamos que nuestros abogados sean los mejores ejecutores de las leyes, no para apagar incendios, ni para seguirle el juego a sentencias antinatalistas, sino para proponer leyes que blinden y promuevan mecanismos de defensa y respeto hacia los principios constitucionales de todo ecuatoriano por nacer.
Necesitamos que nuestros sacerdotes y obispos sean la palabra que ilumine nuestra incertidumbre y duda en cualquier paso que queramos dar en la dirección incorrecta. No queremos explicaciones ni guiones repasados y ajenos a nuestra Doctrina, queremos (mejor dicho, necesitamos) escuchar de ellos esa palabra firme y justa que nos reencamine y reprenda como sólo ellos pueden hacerlo, cuando estamos manipulando hasta el mismo Evangelio de la Vida (#73 para ser exactos).
Necesitamos que nuestros activistas sean los mejores voceros de una causa que nos pide a gritos no claudicar en nuestras convicciones. Pues solamente ellos tienen la fuerza, predisposición y temple de salir a las calles las veces que sean necesarias. Me duele escuchar el menosprecio que se recibe hacia esta noble vocación, pues el activismo Provida, es la primera fase de preparación en esta Batalla Cultural. No existe ningún referente Provida que no haya pasado por esta maravillosa experiencia. Mi total apoyo a quienes son los verdaderos Guerreros de la Vida.
Somos la voz de los que no tienen voz, pero necesitamos hacernos escuchar hoy y siempre. Hasta que el aborto sea IMPENSABLE.